miércoles, abril 27

Borrador sobre in-formación e inmersión en pleno devenir

–¿Y esta sala cómo va?

–Experimentando… de repente va como una especie de sala de espejos reflejando entre ellos reflexiones ad infinito… sala inmensidad de reflexiones de exposiciones, galería de asuntos y cuestiones informativas, sala de in-formación (del latín in-formare) para darse forma, in-formarse.

–Para bañarse de información permanente…

–Si, porque el canal para bañarse de noticias al día está en otro lado y le llegas pulsando arriba en la etiqueta "Actualidad". Aquí estamos en el canal del torrente informativo histórico con posteos que van bajando pero son revisables y revisitables o pueden volver a la superficie según los vaivenes informativos.

–Canales-tentáculos que se extienden a lo largo en este pulpo-blogzine…

–O tentaculos, como prefieras; para tentar y transgredir –que no es lo mismo que empujar y violar sino ir y avanzar hasta los bordes, develando umbrales hacia el otro lado, tendiendo a…

–Oye, buen anzuelo ése para promover esta galería… "Llendo y avanzando hacia los bordes develando…"

–Ajá, puedes ver eso como un hook, como un gancho, para jalar a los lectores como en los trailers promocionales del cine. Sólo que… el otro lado…

–Algo así, como:

Ubicación: sitio web
Localización: blog
Denominación: CyberScritor
Escenario: canales informativos
Escena: galería de espejos
Actantes: dos seudo-actores
Acción: diálogo
Toma: Take Two

¡Clack!

–¿Y esta sala?

–Es una sala de espejos con variaciones reflejas ad infinito…  inmensidad de reflexiones y destellos.

–A lo Doctor Quién.

–Doctor… qué?

–Dr. Jú.

–Eh?

–Who.

–A lo… Claro. Ahí ante el buzón telefónico, también como en The Matrix, que abres las puertas plegables y traspasas hacia…

–Hacia precisamente, más información!

–That's It! Yes. Ecco. Preciso, correcto.

–Imagina en este ambiente una lluvia de fibras transparentes del techo al piso virtual, sosteniendo páginas digitales, cuadros digitales, pancartas digitales activables y audibles selectivamente en remoto, directo a tus oídos y ampliables en tus pupilas… galería de miles de figuras, simbologías y códigos como trenes llendo y viniendo a la velocidad de la luz.

–Y tú en tu automóvil, en tu Delorean.

–En mi Omnibus.

–Acabas de inventarlo…

–En cierto modo sí. El Tardis del Dr. Who es otra cosa, otro tipo de sala, otro objeto, otro objetivo. El automóvil, el motor universal ya lo inventó Aristóteles hace rato… El omnibus en cambio es el móvil del cyberescritor omnisciente. Cuestión de movilidad in extenso con múltiples puestos, para lectores transindividuales o pasajeros.

–La falta de movilidad, la rigidez del texto impreso en papel invariable y monolítico, es lo que mantuvo bien jodida la inventiva de los autores y autoras de otros tiempos de otra era, constreñidos al formato novela, controlado por las editoriales, antes de la era actual del hypertexto en la red mundial de la información, donde cualquier navegante va y viene libremente a su antojo y cualquier escritor monta su tienda y difunde lo que le parezca.

–Suena bien, tiene sentido… Omnibus…

–Hasta que aparezca algo modifique la idea. Ya venía maquinando algo a partir del Delorean de Volver al Futuro, pero como todo es devenir, flujo e influjo espacio-temporal o tempo-espacial transformal / transformacional, o más claro: geocronología en los términos concretos del materialismo histórico, si lo prefieres; pues, para el caso, da lo mismo atrás que en las espaldas y la mujer de Lot que se bañe y se disuelva. Es realmente otro tiempo, otra dimensión.

–Imagina, no sólo fibras transparentes del techo al piso virtual para colgar imágenes, sino entre ellas espacios holográficos e impresiones tridimensionales traspasables.

–Como una feria o exposición con miles de vitrinas iluminadas, mostrando ideas titilantes, bombillos de luciérnagas incandescentes, libelulas y peces abisales neuronales fosforescentes, hallables…

–De manera inmercible…

–Palabra nueva.

–Derivada de 'inmersión'… de lo que viene después de zambullirte en el trailer hacia el otro lado y más arriba o abajo en el devenir.

–Todo eso ya existe…

–Depende de lo que muestres, pero si. Todo va en vías de la difusión masiva sistémática con lentes, sin lentes, con cascos, sin cascos, con pantallas inmensas o retinales, con implantes, sin antenas ni cables. Full Wi-Fi.

–Trasplantes de corneas por celulares micro…

–Eso, e información entonces por inmersión, navegando en tu omnibus propio, entre lo micro y lo macro, sobrenadando la materia primordial… uno y el cosmos…

–Epa… ya eso suena a ciencia-ficción.

–¿Y por qué no? Más bien suena a antileyenda o contra-leyenda; a contra-cultura ante lo legendario estatizado, esquivando islotes en el torrente central pop, en la tradición popular que refrena si uno no se da cuenta dónde realmente se está bañando y si es con agua turbia o limpia y fresca.

–POP! Porvenir inmediato!

–ZAS! En plena cara!

–¿Quién o qué puede frente eso?

–Ni siquiera una divinidad suprematicia o dios olimpico o medieval.

–Se acaba entonces el show del tipo aquél que dijo: "Hágase la luz".

–Se transforma en luces de la ciudadela virtual

–Para  no venir y apagarla, así como así. Ése esría un guión, un screenplay, un moviescript demasiado sintético, simple, vil y vulgar como cualquier especulación judeo-católica…

–Si a ver vamos; la luz, el fuego natural lo capturaron y aprendieron a recrearlo los hominoides con fines prácticos, mientras los días pasaban, pasaban y pasaban… Eso no fue así, CHAS! HÁGASE! de la noche a la mañana, nada que ver. Tomó miles de años.

–Y vamos aún mucho más allá, budistas incluidos incluso. Hacia atrás lo que ves de inmediato hoy es 4.500 millardos de años solares, registrados entre los tepuyes de nuestra Guayana. Y hacia delante  ya sabemos que vienen otras cuantas glaciaciones desplazadoras de terrenos, mares, regiones enteras, plantas y animales… y como 5.000 millardos de años más de cara al futuro, mientras todo el Sistema Solar irá paulatinamente desapareciendo en el horizonte galáctico

–Aunque el calor del Sol aumentará quemándolo todo, mucho, muchísimo antes.

–Por eso, ahorita, entre el 2025 y el 30, prácticamente a la vuelta de la esquina, la ciudadela lunar estará comenzando funcionar bajo el predominio asiático…

–De modo que si lo mezclas con ciencia ficción, 2001 Odisea del Espacio está ahí también, apuntando hacia el crío universal, el hijo de las estrellas; hacia los monolitos negros hyperespaciales, umbrales de ida y vuelta como omnibuses del tiempo…

–La ficción transcrita por Arthur C. Clarke.

–Que Stanley Kubrik plasmó en su film non-plus-ultra…

–Hum… ida entre umbrales y vueltas…

–Por cierto, algo similar dijo Lady Gaga al despedirse y decirle un dulce adios a Prince por Instagram… "I tend to believe that when we die our souls hover for at least a moment if not longer before they either rest or are recycled into the consciousness of an already living being or maybe a newborn baby…"

–Hum… newborn baby. ¿Casualidad? Y ése 'hover' calza bien certero:: 'our souls hover for at least a moment'.

–Ves? El omnibus y el desplazamiento al otro lado…

–Anunciado en el traile de esta sala.

–Te cuento o informo algo hacia atrás, para verlo hacia delante:

Siempre estamos y vamos apenas comenzando y siguiendo cada vez más afianzados desde que emergieron los humanoides y empezaron a balbucear –hace apenas unos 50 mil añitos– cuando en uno de ellos irradió plena de ADN una dendrita espontánea, lanzando una lluvia ionizada en uno de sus lóbulos y la naturaleza ipso-facto conectó la epiglotis haciendo vibrar las cuerdas:

–Chispotéo y vibró. ¡Hágase la palabra! 

Y el humanoide de repente… Urgido, gruñó con admiración sorpresiva.

–¡RSSKME!

con vocal nasal obligada y además del tiro acentuada repitiendo

–¡RSSKMÉ!

para que la compañera ahí mismo arrimadita y recostada espeleología dentro, le sacara una pulga y lo rascara ahí de inmediato en la espalda y con razón, en ese bendito ángulo y punto donde nunca te llega la mano por más que te contorsiones ni te sirve un palo ni una rama ni un bolígrafo en medio del desespero sino una uña bendita, una simple uña…

Rrrsss…

–Ahhh…

para el alivio.

jueves, marzo 24

Ningún pasado fue mejor… mi pequeño-burgués

La felicidad no se halla al hacer lo que uno piensa que quiere.
Tampoco se encuentra, queriendo lo que uno cree que hace.
La felicidad radica en hacer lo que uno tiene que hacer.

Parafraseando Memorias del Subdesarrollo

"Aquí todo sigue igual. No pasa nada. La misma escenografía. La misma ciudad de cartón piedra. El país ni es libre, ni es independiente. Se mantiene el mismo clima imperial".

– Ahh… pero el Soberano dijo basta… 


¿Si? ¿Y cómo es eso del "andar"…?

Miami sigue allí, interfiriendo junto con Washington.

Hoy algo pareciera distinto. Más ¿estamos realmente cambiando nosotros mismos o sólo las ciudades? Aquí sólo se habla de bichos y de bichas, de chusmería, de gente chusma. Este es un país que atrasa entre tanta sofistiquería y vulgaridad.

La clase media con su pasión por los productos imperialistas sólo piensa en que… “Todo eso ayuda mucho…”. Más artificialidad, buena ropa, buena comida, maquillajes. Se deja de ser chusma para convertirse cualquiera en algo más "presentable". Pero lo cierto es que, en las capas medias, muchos ya no resisten seguir viviendo así. No soportan ese panorama de la mediocridad y el deterioro.

Aquí ocurre que no te miran a los ojos, aquí hablan de todo un poquito. Y todo es un "si… si…". Sólo hablar de trajes, de lugares… particularmente los viernes… de medias y faldas ceñidas, preparadas para cualquier invitación. Primero habla el estomago, luego la diversión Después el miedo a enredarse en una relación… Pero, hay que salir a cazar algo de alguna manera…

Aquí no hay putas… Sólo “víctimas de la circunstancia”… de la necesidad… Son "ellos" los propasados, los que engañan, los que montan los cuernos. Ellas no… "ellas" caen en las trampas de quienes sólo tienen una sola idea fija… Bonchar, pasar el tiempo. Y ellas no quieren sólo pasar el tiempo… quieren compromisos en serio… formalidades…


Caracas, Valencia, Maracaibo, Barquisimeto, Puerto La Cruz… nunca dejaron de ser provincianas y sus procesiones las llevan por dentro. La capital… aquél “Pequeño París” desde los tiempos de Guzmán, era una excelente ridiculez de afrancesamiento chucuto. La nostalgica "ciudad de los techos rojos", era precisamente eso… un minimalismo de casitas de adobe y tejas. Luego vinieron los monstruos de concreto en desorden. Las Torres del Silencio, Parque Central y el Teresa Carreño. 

Pero este sigue siendo "simplemente" un país cerrado al turismo mundial como industria. Caracas no es las ilusiones de los centros comerciales, ni las apariencias de moda en el Country Club; ni es el Valle Arriba Golf Club, El Tanaguarena, Puerto Azul, Playa Azul, ni el Altamira Tennis Club, o Los Cortijos; ni es las bizarras urbanizaciones pequeño-burguesas del Este, donde viven los miembros de los partidos y de la confederación de trabajadores… Caracas, la capital, sigue siendo parroquiana. Y encima de eso, fuera de Caracas al interiorcomo dice el dicho, “todo es monte y culebra…”

Esa Venezuela cuarto-republicana fue un descuartizamiento y el pueblo seguía a la espera. Pero al país y a su pueblo, algo, alguien, los dejó destruidos… Y esa gente fantasmal se pasea por las tiendas… y compra, mientras otra igualmente se pasea, desea y se hace la loca o anda ya vuelta medio loca… Sólo le queda ver vitrinas, la televisión y sus incitaciones y mantener las esperanzas de ganar la lotería.

¿Que sentido tiene la vida para para esa gente por igual de clubes y vitrinas

¿Y para tí? 

Porque, tú no eres como ellos. 

No, qué va… Tu no eres como ellos… Nunca… Nunca. Jamás…


La plañidera escuálida y su "nunca jamás…"

Aquí hay gente que dice que está haciendo una revolución ¿Y qué? 

Pareciera que, en masa, fueran a retornar a la barbarie. Aquí lo que se va a pasar es más hambre… Como los cubanos… cuando mandaron al propio carajo al Tio Sam ¿Y qué? 

Tuvimos la primera industria petrolera y hierro hasta para regalar. Sin embargo, ahora estamos empobrecidos, cuando nos llovió dinero del oro negro hasta para aplicar tres planes Marshall. Hemos derrochado tres planes Marshall, cuando con uno solo se recuperó toda Europa, después de su segunda guerra "mundial".

Pero la clase media insiste en que ése no es su problema. Aunque reconozca que las cosas llegaron hasta un punto en que ya no se podía aguantar más… Juran y perjuran que fue el "perraje" que se lanzó a la calle. 

Uno no… Nosotros, la gente-gente, nunca nos hemos metido en política. Para eso están los políticos. Uno tiene la conciencia muy tranquila. Uno nunca ha sido corrupto. Uno lo que hace es trabajar, trabajar y trabajar como un animal. Como negro, para vivir como blanco…

Veamos en cambio a los americanos. Ellos sí que tienen todos los recursos técnicos, el "know how" para desarrollar cualquier economía… ¡Allí está Chile! Los norteamericanos son los que saben hacer las cosas. Saben cómo hacer que caminen, como lo hicieron con Chile. Sacaron a Allende. Montaron a Pinochet. Y santo remedio.

Claro, lo único que un mulato, que un latino no aguanta es pasar hambre… Pero es que ¡En realidad, desde que llegaron aquellos españoles genocidas al continente, el pueblo nunca ha comido! En el país se mueren diez niños diarios por desnutrición. Y mueren entre 90 y 145 personas semanalmente. Aquí hay una tremenda guerra civil bien disimulada, un racismo bien subterráneo y esas estadísticas no salen a flote a la luz pública. 

Lo que se vislumbra es el panorama de la decadencia… ¿Le gusta a uno esta vida? ¿Nos sentimos, cada día que pasa, más tranquilos? La pasividad o el peso muerto de esta oposición derrotista. Su lloriqueo permanente. Su sabotaje solapado que mana desde las feligresías… ¿Es esa la salvación?
  ¿Y acaso luce la población menos estúpida de arriba abajo? Uno va en el Metro y ve las caras con los ojos claros y sin vista… O las narices sumidas en los celulares. ¿Ahora todo va a ser distinto? 


No pensamos nunca que una partida de ilusos románticos llegaría al gobierno; que se enfrentarían a los oligarcas, a la burguesía intermediaria comerciante y monopolista, a sus ideólogos, a sus copeyanos y adecos… Nunca se pensó que estarían realmente en condiciones de poder tumbarlos y derrocarlos… Y ahora ¿sabes, acaso, que si no intervienes a lo mejor no podrás funcionar el día de mañana?

Pero no hablarán los corruptos que subordinan y dirigen

Pero, en realidad, la verdad de la clase oligárquica reside en sus criminales. Encontraremos, bajo la organización general de todos los cargos, dentro de las capas que la integran, una jerarquía de roles y funciones que sintetiza y compendia la división del trabajo social y moralmente alienado, dependiente de los intereses de la burguesía: los hombres y mujeres de la llamada "libre empresa", los intelectuales, los burócratas, los funcionarios diletantes, los sacerdotes, los sindicaleros, los políticos, los policías y los innumerables "hijos de buena familia".

Cada quien ejerce una labor específica. 

Sin embargo, es la totalidad de esas capas de subalternos a sueldo y asalariadas, dentro de la clase –entre sus estratos–; esa totalidad, lo que le proporciona el sentido a las actitudes individuales. Claro, aisladamente, cualquier criminal le causa horror y desprecio a la burguesía.

En toda sociedad capitalista existe, a la disposición de la burguesía, ese tipo de hombres y mujeres encargados de las muy variadas faenas. Pero en la división del trabajo moral, los criminales amparados permiten, por otro lado, la existencia de aquellos subordinados que no están en contacto directo con los actos delictivos y pueden sustentar, como individualidades separadas, sus almas limpias de culpabilidades…

Uno habla por sí mismo y por quienes piensen a favor de uno. Y quizás seamos los menos. Uno no habla por aquéllos que son miembros de los partidos, ni por sus choferes y guardaespaldas, ni por una serie de miserables ya reconocidos por todos como opinadores de oficio. Uno ni conoce a los corruptos… A uno lo que sencillamente le interesa es vivir su vida…

Si. Todos aparecen entonces como elementos dispersos de un sentido global, de una corresponsabilidad que nadie asume completamente.

Se defienden y defenderán los criminales aún convictos

En última instancia, uno no puede responder a conciencia por los demás. Porque cada quien responde por sí mismo. Sin embargo, parece que quisieran inculparlo a uno. Como si uno fuera el causante de toda la corrupción o de todas esas cosas. 

–Uno perfectamente tiene derecho a insistir en que su misión ha sido, en tal caso, moral. 

–Ni hemos empuñado un arma, ni antes ni después… 


–Ahora. Que uno se encuentre metido en el berenjenal de la corrupción, no quiere decir que uno sea otro corrupto o complice. 

–Uno ha sido apolítico toda su vida. Nunca ha tenido nada que ver con ningún partido…

Y así, la responsabilidad personal siempre se reguarda tras la particular actuación de cada quien. Cada uno se remite a su propia individualidad, cuando pretende alejarse de la miseria ajena que le contamina y vuelve cómplice. O se sumerge en su grupo o capa social, cuando tiene que ocultar su propia responsabilidad, contaminando entonces y descaradamente a todos los demás.

—Bueno, ya se ve. No es uno solo. Pertenecemos a una serie de partidos.

Así, podemos apreciar cómo toda esa responsabilidad rechazada en y por la totalidad, la devuelve y la reivindica un sólo miembro de la clase.

– No. Usted está insistiendo en la responsabilidad del partido, no en una causa mía.

En efecto, el criminal —caso extremo de la división del trabajo— recurre a la categoría de la totalidad, para reclamar su irresponsabilidad moral.

– No, no, no. Yo no estoy involucrado directamente en la corrupción.

Pero, en ninguno de esos seres hay una reivindicación de la verdadera relación dialéctica entre los individuos, grupos y capas sociales.

Los demás que actúan, junto a los corruptos, en la administración privada o pública, no se reconocen ni en sus actos en el sistema que les implica y vuelve cómplices.

R.I.P.

Y así, no hay "colorín-colorado" que valga, en las cuentas de los latifundistas y testaferros, en las razones desesperadas de los ideólogos, en las cesantías y libros de los diletantes intelectuales orgánicos, en la democracia "representativa" de los politólogos del eterno retorno conservador, en las extremaunciones de los sacerdos-sacerdotes…

¿Quién podría ver directamente, entre todo eso, la miserable muerte física y mental que, a través de ellos, se fue propagando a lo ancho y largo de todo el país? Las muertes por hambruna, por enfermedades, por torturas, por frustraciones, por la decadencia de generaciones desfasadas, que jamás pensaron que el Soberano Pueblo no sólo diría BASTA! y echaría a andar por la vía del trabajo y el estudio, invirtiendo los residuos del odio de esos otros nuevos marginales amargados de la Cuarta República "mil veces mejor que ésta", que viven del reconcomio en sus aspiraciones, sus esperanzas y su fe en que esto… éste "Rrrégimen", como suelen llamarlo, no es, ni sea una revolución, permanente.

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Memorias del Subdesarrollo, film cubano de 1968.
Dirigido por Tomás Gutiérrez Alea.